domingo, 20 de noviembre de 2011

Una historia triste, pero real

Kilómetros de arena se extienden por el norte de África. Limitan por el este con el mar Rojo y en su otro extremo con el Océano Atlántico. En sus entrañas, miles de personas sobreviven cada día a las altas temperaturas y a la escasez de alimentos.
Ellas cuentan con una chabola hecha de adobe, una jaima, cabras, algún camello y un hornillo de gas para cocinar. Son seis hermanos de la misma madre, aunque por parte de su padre tienen otros tantos. La monogamia no es un pecado en el Sáhara. Aziza y Benaja. La primera, la mayor, con mucho carácter, lista como ella sola y llena de ganas de comerse el mundo. Aunque no tiene ninguna posibilidad, ni siquiera de aspirar a ser algo  más que ama de casa. Benaja es todo lo contrario. Tímida, asustadiza y muy discreta. Pero las dos tienen algo en común, viven en una tierra devastada por los abusos del poder, por la fuerza del hombre rico que castiga a quien se le pone delante. Una tierra llena de posibilidades, encantos y riquezas. Una tierra linda como estas dos pequeñas saharauis.
Pocas personas ven el encanto de este continente que representa el 18% de las tierras del planeta. Pero dentro de esas pocas, hay quien, como Angèle Etoundi Essamba, se esfuerza por demostrar al mundo que África es más que miseria, pobreza y hambre.
Etoundi nació en Camerún y de niña se fue a vivir a París donde recibió su formación como fotógrafa. Ella misma declaraba en un reportaje publicado por El País que su objetivo es cambiar la mirada que el mundo tiene sobre las mujeres negras y acabar con el cliché que las contempla como algo solamente exótico o miserable. En el siguiente vídeo explica uno de sus últimos trabajos: “Desvelos”.

Después de ver su exposición es difícil no cambiar el concepto sobre la mujer africana. Su obra siempre retrata mujeres negras, como ella. Muestra a la perfección la belleza de esta raza. Los colores con los que juega resaltan una mirada, sensual a la par que interesante. Pero lo más llamativo de todo es cómo juega con el velo, símbolo de sumisión en este país, convirtiéndolo en algo bello, significativo de la mujer africana y que sirve, en muchos casos, para mostrar el encanto de estas mujeres. A continuación, he escogido algunas de las imágenes que más me han llamado la atención.






Las mujeres que la artista retrata nunca son modelos: “Son siempre gente común, jamás he utilizado modelos de agencias. Son mujeres amigas, familiares. A veces, las descubro en la calle, en cualquier parte. Hay veces que busco durante mucho tiempo a alguien con una expresión particular y, de repente, la encuentro”, declaraba Etoundi a el diario El País.
Personalmente, sus fotografías me han encantado. Cómo mezcla colores llenos de vida con la piel de esas mujeres, el juego que le da a la mirada de cada una de ellas, la expresión que resalta en sus caras... Para mí, eso es la fotografía, no sólo una imagen bella. Sino una expresión, un sentimiento, una historia escondida detrás de cada retrato. Una historia triste pero real, como la de Aziza y Benaja.


lunes, 14 de noviembre de 2011

jueves, 10 de noviembre de 2011

Ciudadelarte & Pignoise









No quiero perder la razón, mirando a cada instante a mi alrededor, sabiendo que no llamarás, ni te cruzarás, que no mirarás, que no vas a estar, pero es que es tan fácil pensar, que cierta tarde tonta nos podemos cruzar, que tal estás? te veo bien, se puede cortar está tarde gris yo me voy a ir,
y quiero! olvidar todo y empezar de cero, y tengo! una canción y muy poco dinero, espero! tener la oportunidad para poder demostrar, que nadie más te cuida y que solo yo, te entiendo.

Puede que no te vuelva a ver, en tres o cuatro años con la vida al rebes, quizás entonces pueda ser, otra tarde gris a punto de llober se que entonces si, y quiero! olvidar todo y empezar de cero, y tengo! una canción y muy poco dinero,espero! tener la oportunidad para poder demostrar, que nadie más te cuida y que solo yo, te entiendo.

y quiero! olvidar todo y empezar de cero, y tengo! una canción y muy poco dinero, espero! tener la oportunidad para poder demostrar, que nadie más te cuida y que solo yo, te entiendo. te entiendo, te entiendo, te entiendo, te entiendo...te entiendo

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Biblioteca













Ha sido uno de los lugares más visitados durante estos cinco años en la Universidad de Navarra, aunque debo confesar que a pesar de las largas horas, no he conseguido sentir aprecio por estas paredes, que me recuerdan a libros e intensas horas de estudio. Sin embargo, ya no queda nada para decir adiós...